Ya estamos 2014, y como buen melómano, lo he empezado viendo el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena.
Como ya sabréis, este concierto acaba con la mítica Marcha Radetzky y el público dando palmas.
Cuando empieza la canción, el Director se gira hacia el publico y los dirige para dar las palmas. En ocasiones de forma más seria, otras veces dejan al público a su aire.
Este año Daniel Barenboim, el director de este concierto ha saludado uno por uno a todos los músicos durante la canción, y solo se ha dirigido al público en un par de momentos para que las palmas cesaran en la parte piano de la marcha.
Esta obra es como un segundo himno de Austria, escrito en honor de Joseph Wenzel Radetzky, importante militar Austriaco.
Con esta Marcha os deseo un Feliz Año 2014, y que haya mucha música este año en vuestra vida!
¡Conciertazo! Yo también lo veo todos los años.
ResponderEliminarMuy chulo el blog. Saludos.